Lactancia artificial

Es posible que en alguna ocasión podamos encontrar una cría de rata que, tras haber comprobado que ha perdido a su madre como explicábamos en el apartado correspondiente, necesitemos sacarla adelante. El material que necesitaremos será una jeringa de insulina, una cánula para la jeringa o una pequeña tetina que puede conseguirse en clínicas veterinarias o establecimientos especializados en piensos de granja. Además, necesitaremos leche en polvo y agua caliente en cada toma (a unos 38ºC).

La leche en polvo que se comercializa para crías de gato o perro tiene una composición que poco tiene que ver con la leche que necesitan las crías de rata, ya que la leche de carnívoro es demasiado alta en proteína y puede perjudicar seriamente los riñones de las ratas lactantes, que aún se encuentran en desarrollo. La leche más adecuada sería aquella preparada para bebés humanos intolerantes a la lactosa, o de soja.

Para acostumbrar a una cría lactante de rata a una leche artificial, debemos hacerlo lentamente para poder acostumbrar a su sistema digestivo. Por ello, hemos de proceder de la siguiente manera:

1ª Toma: 4 partes de agua por 1 parte de polvo (por ejemplo, 2 cucharaditas de agua a ½ cucharadita de leche en polvo)
2ª Toma: 3,5 partes de agua por 1 parte de polvo (por ejemplo, 1 ¾ cucharaditas de agua ½ cucharadita de leche en polvo)
3ª Toma: 3 partes de agua por 1 parte de polvo (por ejemplo, 1 ½ cucharaditas de ½ cucharadita de leche en polvo)
4ª Toma: 2,5 partes de agua por 1 parte de polvo (por ejemplo, 1 ¼ cucharaditas de agua ½ cucharadita de leche en polvo)
5ª Toma y siguientes: 2 partes de agua por 1 parte de polvo (por ejemplo, 1 cucharadita de agua ½ cucharadita de leche en polvo)

NOTA: Si se ve en algún momento del proceso que el animal tiene diarrea o su vientre está hinchado, se vuelve atrás hasta la toma dos.

Según avanza la lactancia en las ratas, la leche que produce la madre no tiene una misma composición a lo largo del tiempo. Ésta empieza más alta en grasa y más baja en proteína, para ayudar a los pequeños a ganar un reservorio energético mientras sus riñones comienzan a acostumbrarse a funcionar; y termina en los últimos días más alta en proteína y más baja en grasa. Así, las primeras tomas contienen alrededor de un 25% de grasa y un 8% de proteína, mientras que sobre el día 20º de lactancia ya se encuentra a un 14% de grasa y un 10% de proteína. Este cambio gradual es muy complejo de reproducir artificialmente, por lo que un altísimo porcentaje de lactantes fallecen, principalmente por fallo renal, especialmente cuanto más pequeños son.

Bajo ningún concepto deberemos introducir el animal lactante en una camada de ratas ni de ninguna otra especie, pues podemos poner su vida en peligro si la madre nodriza no lo aceptara, o incluso puede que este animal recogido estuviera enfermo y contagiara al resto de crías, las cuales aún son extremadamente vulnerables.